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No sé si ya habréis visto los nuevos anuncios de Abanderado (sé que Nim los vio la última vez que fuimos al cine, estaban por medio centro comercial), para quien no los haya visto, son todos como este.



Dejando a un lado el sexismo que rezuman por los cuatro costados, tengo algo que responder: "Jamía, teniendo en cuenta lo que dices y que parece ser que ves imprescindible tener rabo para vestir unos calzoncillos, la mente simple ya la tienes."

Para vender comodidad está mucho mejor el anuncio de H&M, no lo tengo pero sale una tía
enfundada en una lencería sexy que está en su casa, leyendo, jugando con el gato (un abisinio, creo, precioso) y diciéndole al mundo "esto es más cómodo que el pijama o estar en cueros. Además, me queda de vicio".

Resultado, que la rubia se meta los calzoncillos donde le quepan, yo quiero visitar un H&M.

Y es que no sé qué piensan los publicistas, la verdad. Parece que los componentes de la famosa "generación LOGSE" que optaron por esa carrera se han licenciado por fin y han
asaltado los puestos de trabajo. Y se nota mucho, sobre todo en estas fechas, en los anuncios
de juguetes.

Para empezar, los juguetes que traen una alfombra como la de la Play2. Alguien ha pagado la
patente de la alfombrita y está aprovechando el dinero. Ya he visto el del baile pop, el de ballet y el de baile pop desmontable para jugar en equipo, todo para niñas. El de ballet viene en color rosa y te regalan un tutú. Con dos cojones y un palito (en realidad no). Más vale que la siguiente gran figura masculina de ballet tenga unos padres con la mente abierta y pasta para pagar una academia. O una hermana que sea fácilmente manipulable.

En chorradas con alfombra para niños hay una especie de centro de entrenamiento de karate. La alfombra tiene poste de gomaespuma al que pegarle patadas (supongo que tendrá algún sensor) y un DVD en el que sale un chaval (de los 15 no pasa) dándoselas de Maestro Astilla que,
supongo, explicará cómo pegarle al poste. Todo el anuncio hasta arriba de niños pegando gritos porque, como todo el mundo sabe, los karatecas son gente muy escandalosa, violenta y, esta sí, tiene dos cojones y un palito.

Otro ejemplo, la maquinita de tatuajes. Unas plantillas de plástico y un cacharro a pilas al que le pones un rotulador y hace que la punta vaya adelante y atrás para simularte de mala manera con golpecitos, los pinchazos de las agujas cuando te haces un tatuaje de verdad. Dos modelos: el de niñas con unicornios y florecitas, el de niños con escorpiones y diseños tribales. Ea. El niño que quiera una flor o la niña que quiera un tribal que se jodan por salirse del estereotipo.

Al menos la alfombra te trae un puñado de chips para pisar, pero es que esto último es un timo como una casa. Las plantillas son una tontería bien gorda, uno se las puede buscar por internet o hacerlas en un papel (¿hay mayor personalización que esa?) y los rotuladores los puedes encontrar en cualquier multiprecio de por ahí. Un amigo se hizo con un paquete enorme de bolis de gel que podrían servir perfectamente, tenía los colores normales, fosforitos y con purpurina incluida. Y si no se encuentran, con rotuladores Carioca y la purpurina comprada suelta, la gente que hace gimnásia rítmica la usa en competiciones todo el año, tienes el juego totalmente personalizable, más barato y sin carga sexista de ningún tipo.

Y si la tontería se quedase ahí, me daría con un canto en los dientes. Es que también llega a cosas como los videojuegos, y no me refiero al Instituto de la Mujer volviendo a la carga, ni a los videojuegos de la Barbie.

Un poco de historia. Hace ya bastantes años, Nintendo sacó la consola GameBoy. En un principio la sacó totalmente blanca y luego, como tuvo éxito, la sacó más ligera y de colores. Roja, negra, verde, amarilla, blanca, transparente, rosa, etc. La publicitó como "ahora de colores" y ya está. El niño o la niña que quería su consola rojo satánico la tenía. El niño o la niña que la quería rosa chicle también la tenía. Y aquí paz y después gloria.

Más tarde, Nintendo tuvo otro modelo de consola portátil en el mercado, la GameBoy Advance
SP, creo. Y ahí la cagó. Más concretamente la cagó la delegación española porque fue iniciativa suya, el resto de paises se libraron de semejante idiotez. Sacó el modelo rosa (que solo se diferenciaba de las otras en el color y que la pintura se caía enseguida) y lo publicitó como "Girls Edition". Y ese día muchas nos quedamos a cuadros por la tontería y preguntándonos si, hasta el momento, la única razón por la que no hubiese muchas chicas jugando a consolas era el color del hardware. Ya ves, ni la temática de los juegos, ni el sexismo en la educación, ni "las consolas no son cosa de chicas" ni nah. ¡Era la pintura, joder!

De la DS ha salido el modelo rosa también, pero no hace falta mirarse la entrepierna para ver si uno es comprador objetivo de ese mercado, así que vuelta al estado de la vieja GameBoy.

Ahora es Sony la que anda haciendo chorradas con el color. Con el rosa (en un tono que hace daño a la vista), precisamente. Y con la manía de que los aparatos rosas son para chicas.




En fin, nunca me ha gustado mucho el rosa, no sé saltar a la comba, siempre que he podido he jugado con videojuegos (ahora mismo, Lego Star Wars II y he pillado el Neverwinter con las
expansiones en una tienda de segunda mano, quiero hacerme una ladrona, aún no he empezado y acepto sugerencias y consejos, ¿instalo el básico y las expansiones a la vez o voy poco a poco?) y mi juguete favorito de la infancia eran los playmóvil de mi hermano (mi juguete favorito de mi propiedad era el Micronova).

Igual debería olvidarme de visitar el H&M y hacerme con unos calzoncillos de esos.

Porque cualquier día me bajarán los huevos.